Algunos muebles, creados por arquitectos o diseñadores de gran trayectoria, son del gusto de un público refinado que los vuelve imprescindibles.

Hay piezas muy famosas, con diseño que tienen nombre propio, Mies Van der Rohe y  Gropius, entre  otros.

La mayoría de estos modelos son de la famosa escuela Bauhaus, que se considera semillero del diseño en general y reconocida entre las mejores del mundo.

El sillón Van der Rohe, modelo Barcelona, es uno de los más vendidos en el mundo, ha logrado introducirse en la vida cotidiana de los hogares y siempre es considerado un sillón modernos.

La escuela Bauhaus entendió la importancia del diseño en los implementos de la vida diaria, adornos, edificios, y estimuló la creación de diseños en armonía con el espacio.

Algunos modelos, de aparente simplicidad, acompañan el hermoso diseño con el confort, sin dejar de lado la elegancia.

La funcionalidad es el toque que los catapulta a la fama, con apariencia de lujo, son del gusto de cualquiera y visten un espacio como si fuera el mueble más caro.

Cuando en el año 1930 el desarrollo del caño irrumpió en el mercado industrial, estuvieron dadas las condiciones para la creación de este modelo que se considera eterno, con la innovación, hasta el momento original de un perfil de acero plano en vez del tubo usual.

Esta idea cambiaría el concepto de comodidad y uso que hasta el día de hoy se aprovecha.

Mientras Van der Rohe entendía el diseño desde el concepto “Menos es más”, desde la misma escuela, Walter Gropius impulsaba su idea de “La forma es la función”, concepto revolucionario bajo el que diseño edificios, mismo el edificio de la Bauhaus en Dessau, donde se pueden ver los principios estéticos aplicados, no sólo al edificio sino a todo el espacio y amueblamiento interno.

La escuela de la Bauhaus con el concepto de minimizar la ornamentación o convertirla en estilo despojado, hace hincapié en la funcionalidad, determinando una camada de arquitectos, artistas, diseñadores que ponen la mirada en el diseño industrial y gráfico como objetivo del arte.

Se podría decir que es en esta escuela es donde se da el comienzo del arte que interviene en la vida cotidiana, en objetos comunes, en la vida en general.

Los muebles que se hicieron famosos bajo estos nuevos conceptos, cobran derechos de autor como obras de arte.

Una idea que combina muy bien la economía, aparentemente tan impropia de artistas, con el arte.